El Socialismo Bolivariano constituye el desafío histórico de la creación de nuevos horizontes de sentidos para la constitución de un nuevo modelo civilizatorio que nos permita trascender y sustituir la racionalidad moderna y su lógica capitalista. Esto supone revisar crítica, ontológica y epistemológicamente los paradigmas modernos euro occidentales y así poder elaborar y desplegar una nueva visión de la historia, la filosofía y la ciencia que nos permita la construcción de comunidades para la vida.
No se podrá hacer comunidad, comuna o Socialismo Bolivariano partiendo de los marcos categoriales y la racionalidad capitalista que sustentan la modernidad y sus formas de producción y reproducción de capital a costa de la vida toda. Esto nos exige el estudio riguroso de la filosofía política de la modernidad y las formas de permanencia que ha moldeado en la vida familiar y comunitaria, en Venezuela, en América y en el mundo, no se puede superar o transformar lo que no se conoce, por ello esta línea de trabajo es de total pertinencia para la creación comunal, comunitaria y popular.
La comunidad, la comuna y el poder popular son categorías propias de nuestro nuevo modelo civilizatorio, que está en construcción y que demanda nuevas formas de vida, de humanidad, de conocimiento y de racionalidad, en las que la producción y reproducción de la vida en su conjunto (vida humana, animal, vegetal, ambiental) es el centro estratégico e inamovible.
En consonancia con estas necesidades y deudas históricas se genera esta línea de trabajo que debe aportar a la crítica y elaboración transontológica y transepistemológica de un nuevo marco categorial para la vida, lo que en consecuencia será un aporte para todas las comunidades que en distintas latitudes se encuentran pensando fuera de la racionalidad moderna y su lógica capitalista.
Para ello la Universidad Bolivariana de las Comunas se plantea con rigor el estudio, conocimiento y reconocimiento de las dimensiones cosmovivenciales que nos dan multi identidad como pueblo y multi culturalidad como nación, ya que estas son las bases esenciales para la constitución de una nueva filosofía política comunitaria y comunal, una nueva economía política comunitaria y comuna, una nueva espiritualidad y una nueva corporalidad, que terminarán desencadenando el tránsito hacia una nueva humanidad.